Por Sarah Treanor BBC
28 agosto 2014
Abrazada por montañas y elevándose sobre una imponente costa de fiordos, la segunda ciudad de Noruega, Bergen, tiene vistas de tarjeta postal.
Al ser el centro de las pujantes industrias de petróleo y gas es también un lugar de mucha riqueza.
Sin embargo, hay pocas muestras de gastos ostentosos. No hay súper autos de lujo con vidrios ahumados, ni tiendas de carteras de marca, ni filas de gente frente a clubes nocturnos exclusivos.
Mientras que, tras descubrir petróleo, otros países han derrochado los ingresos, Noruega ha seguido invirtiendo el dinero de la renta de su petróleo y gas en un gigantesco fondo soberano.
El fondo, cuyo valor se calcula en $800.000 millones, es propietario del 1% de todas las acciones del mundo entero y es lo suficientemente grande para hacer millonarios a todos los ciudadanos del país en la moneda local, la Corona. En la práctica es una cuenta de ahorros descomunal.
Y la mayoría de la población noruega parece contenta con esto. Según un estudio hecho en 2012 por la Universidad de Columbia en Nueva York, Noruega es uno de los países más felices del mundo.
«Tuvimos que invertir mucho dinero antes de que pudiéramos gastarlo en algo», dice el profesor Alexander Cappelen de la Facultad de Economía de Noruega, NHH, al explicar por qué aparentemente el país ha evitado caer en las trampas que trae la enorme riqueza.
«En otros países el petróleo es mucho más fácil de extraer», dice, lo que significa que reciben el dinero de una vez.
«Adoptamos la mentalidad correcta, al saber que era un plan a largo plazo». Confianza en el gobierno.
De manera tal que no hay una bonanza de gasto en Noruega. De hecho, según una directriz -seguida muy cuidadosamente- sólo el 4% del excedente del fondo se destina a gastos o inversiones en proyectos públicos.
Hay varias razones, indica Cappelen, por las cuales Noruega se conforma con ahorrar su riqueza y no le hace caso a las tentaciones de una vida de lujos.
«Para que este tipo de sistema funcione, hace falta tener un enorme nivel de confianza», apunta Cappelen.
«Como resultado de la democracia social y de las políticas igualitarias es una sociedad homogénea y ha desarrollado un enorme nivel de confianza».
«Confiamos en el gobierno. Creemos que nuestro dinero de los impuestos se gastará sensatamente. Una vez que comienzas a confiar en que los otros están contribuyendo con su parte, entonces cada uno está contento de contribuir con la suya».
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Image caption La ministra de Finanzas de Noruega, Siv Jensen, dice que su país tiene una situación afortunada.
¿Entonces es rica Noruega porque los noruegos tienen un alto nivel de confianza o son sus ciudadanos confiados porque son ricos?
«Creo que son las dos cosas», dice Cappelen. «Altos niveles de confianza hacen más fácil el crecimiento económico». Sin embargo, este boom petrolero se está apagando. ¿Y ahora qué?
«La economía noruega está en una situación muy afortunada. Estamos hablando de un cambio gradual en los próximos años», dice la ministra de Finanzas de Noruega, Siv Jensen.
«Hemos tenido un crecimiento más lento en la productividad en los últimos años y en este gobierno tenemos que mantener un nivel de impuestos competitivo y reducir los trámites burocráticos para atraer inversiones».
«Sin embargo, es verdad que tenemos costos comparativamente más altos que cualquier otro país».
«Respetamos el trabajo duro»
Esos costos son bastante impactantes para un visitante. En una cafetería con vista al mercado de pescado, mientras bebe un capuchino que cuesta casi US$10, Tone Hartvedt, de la Business Region Bergen, explica que los costos son simplemente comparables a los salarios.
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Image caption Noruega se está preparando para cuando se agoten sus reservas de gas y petróleo.
«Puede sonar sorprendente, pero para nosotros no es demasiado caro», indica Hartvedt. «Solemos tener casas de verano e invierno o cabañas y vivir aquí está a nuestro alcance. Es cómodo».
Esto es inesperado para los visitantes que no estén familiarizados con la situación. Después de una visita al supermercado local encontramos que una compra que incluya la pasta, el pan, el queso y los tomates más baratos sumaría un total de US$50.
Sin embargo, señala Hartvedt, eso redunda en toda la cadena: «Le pagamos a nuestros trabajadores un salario que significa que tienen una buena calidad de vida; ese no es tanto el caso en sitios como Londres».
«Aquí respetamos el trabajo duro, pero no creemos que el trabajador mejor pagado en una compañía debería ganar mucho más que el de menor ingresos».
«Esto sí significa que algunas personas muy talentosas se van a otros países donde se les va a pagar más», apunta.
¿Y se consideran los noruegos ricos? «No, no pensamos en cosas como esa. Es para el futuro», dice ella.
Fuente: http://www.bbc.com/mundo/noticias/2014/08/140826_noruega_petroleo_fondo_ahorro_hr
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Image caption La economía noruega se transformó por la bonanza petrolera.