Por Elena Goicoechea
“Este ha sido un año de grandes aprendizajes”… Ya cuando brindas en Nochevieja con esa frase es que te fue de la patada. ¡Pero es verdad!, las malas experiencias, si las procesas adecuadamente, te hacen crecer. Si no, pues nada más te dejan como yogurt. Lo normal es que en un año pase de todo, aunque los hay enconados…
De cualquier forma, a mí no me van los pensamientos mágicos, recordar solo lo bueno es irreal. No obstante, rumiar lo malo te desnutre el alma. En 2018 habrá de todo, bueno y no tanto, solo te deseo y me deseo que estemos armados con suficientes herramientas internas para buscar, aprovechar, lograr, manejar y superar lo que venga.
Comparto la siguiente reflexión de la psicóloga Mirta Medici, que calentó las redes este fin de año:
No te deseo un año maravilloso donde todo sea bueno. Ese es un pensamiento mágico, infantil, utópico.
Te deseo que te animes a mirarte, y que te ames como eres.
Que tengas el suficiente amor propio para pelear muchas batallas, y la humildad para saber que hay batallas imposibles de ganar por las que no vale la pena luchar.
Te deseo que puedas aceptar que hay realidades que son inmodificables, y que hay otras, que si corres del lugar de la queja, podrás cambiar.
Que no te permitas los ‘no puedo’ y que reconozcas los ‘no quiero’.
Te deseo que escuches tu verdad, y que la digas, con plena conciencia de que es solo tu verdad, no la del otro.
Que te expongas a lo que temes, porque es la única manera
de vencer el miedo.
Que aprendas a tolerar las “manchas negras” del otro, porque también tienes las tuyas, y eso anula la posibilidad de reclamo.
Que no te condenes por equivocarte; no eres todopoderoso.
Que crezcas, hasta donde y cuando quieras.
No te deseo que el 2018 te traiga felicidad. Te deseo que logres ser feliz, sea cual sea la realidad que te toque vivir.
Que la felicidad sea el camino, no la meta.
Mirta Medici