Durante 2017, el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (AICM) operó 41 millones 710 mil 254 vuelos, así lo reportan sus cifras oficiales hasta el mes de agosto. Las opciones para viajar en avión son cada vez más amplias, existen aerolíneas para todo tipo de presupuestos. Una de las opciones para adquirir el boleto de tu próximo vuelo es pagarlo con tarjeta de crédito. Si eliges esta opción hay algunas decisiones que te ayudarán a hacer una mejor compra.
Planea tu viaje con anticipación
Las aerolíneas manejan distintas tarifas para un mismo vuelo. Una de las variables más importantes para definir el costo del boleto es la fecha en que lo compras. Los vuelos se programan con mucha anticipación, es posible comprarlos desde once meses antes del despegue; sin embargo, no es el mejor momento. La fecha ideal depende del destino y del día en que se realiza el vuelo.
Sigue los costos de una ruta con frecuencia y encontrarás el precio ideal. Al pagar con tarjeta de crédito la operación es inmediata, lo cual garantiza que el precio no cambiará en tu próxima búsqueda. Una ventaja de la tarjeta de crédito sobre la de débito es que no necesitas tener dinero en tu cuenta porque el cargo se realizará en tu fecha de corte; aquí bastará con hacer compras únicamente si tienes la capacidad para pagar el total antes de tu fecha límite de pago y así evitar que se generen intereses.
Elige a la aerolínea adecuada
Aunque las aerolíneas, como muchas otras empresas, planean mecanismos para crear fidelidad en sus clientes, siempre es mejor analizar lo que ofrece cada una. Las distintas rutas tienen sus particularidades y no todas las aerolíneas te harán ahorrar de la misma forma. Evalúa los siguientes aspectos antes de comprar tus boletos:
Tienes una tarjeta de crédito asociada a la
aerolínea. Si eres de los que no quieren estresarse con los planes, es una buena opción. Las aerolíneas tienen convenios con otros servicios como hoteles o medios de transporte, en los que te ofrecen descuentos o pago con puntos.
Ofrece pago a meses sin intereses. Quizá parezca que solo aplazas la liquidación de tu pago, pero es una opción que te permite usar una parte de tu ingreso y así ahorrar al mismo tiempo para los gastos que surjan durante el viaje. Si te organizas con los gastos es una buena opción.
Hay una temporada especial para esa aerolínea. Aunque hay momentos del año en que todos quieren ofrecerte descuentos, cada aerolínea tiene fechas especiales como su aniversario o temporadas en que hay poco tránsito en determinadas rutas. Quizá todo el mundo quiere conocer Nueva York en año nuevo, pero también debe ser un lugar agradable en otoño y el costo del vuelo será menor.
Busca el mejor precio
La competencia por atraer a los viajeros es fuerte entre las aerolíneas. Incluso cuando se trata del mismo vuelo (con la misma aerolínea) es posible encontrar una gran diferencia en los precios. Conseguir el costo más accesible implica mucha paciencia para comparar opciones. Actualmente, las aerolíneas promocionan sus vuelos por distintos canales, antes de realizar tu compra será útil que compares precios desde distintos lugares:
Página web de la aerolínea. Visitar directamente las oficinas de la línea aérea es una buena opción. Si haces la consulta online encontrarás las promociones actualizadas y tienes la posibilidad de comparar varias fechas.
Asistente en línea para comparar precios. Existen servicios en Internet que te ayudan a comparar precios de distintas aerolíneas para la misma ruta. Esto lo puedes hacer tanto desde páginas web donde accedes como visitante o en aplicaciones que guardan tus preferencias y te avisan cada vez que encuentren algo que coincida con
tus búsquedas.
Distribuidores físicos. Aunque parezca anticuado, este método es útil cuando la fecha de salida está cerca, ya que los costos por Internet se elevan a una velocidad mayor conforme se acerca el día. Además, las aerolíneas guardan información de sus visitantes para medir el grado de interés, lo que hace que les muestren precios cada vez más altos a dichos destinos en sus páginas. Actualmente hay taquillas en lugares accesibles como supermercados y plazas comerciales.
Paga con la tarjeta indicada
Existen tarjetas para todo tipo de usuarios. Quizá parezca que una tarjeta de crédito asociada a la aerolínea es la mejor opción por todos los beneficios que te ofrece al viajar, pero no siempre es así. Tus necesidades como viajero no siempre son las que ofrece determinada tarjeta y quizá estás desperdiciando otras oportunidades que tendrías al pagar con un plástico distinto. Antes de elegir con cuál pagarás tu vuelo revisa las recompensas que te dará cada una:
Tarjeta de la aerolínea. Estos plásticos están pensados para viajeros frecuentes que son fieles a la aerolínea. Si viajas poco y adquieres la tarjeta para pagar uno o dos vuelos al año estarás acumulando puntos que probablemente no cambiarás nunca o te conseguirán un porcentaje mínimo de descuento en hoteles de lujo. Si viajas mucho con esa aerolínea, adquirir su tarjeta es una elección práctica, pero si eres un viajero ocasional gastarás mucho más en comisiones de lo que estás acumulando en recompensas.
Tarjeta de uso cotidiano. Estas tarjetas suelen premiarte de forma genérica. Recibes el mismo estímulo si pagas un vuelo, el súper de la semana o una cena. La ventaja aquí es que, generalmente, el costo de un viaje en avión es mayor a los anteriores y tu porcentaje de recompensa es mayor. Quizá no ganes millas de vuelo con tu tarjeta clásica pero con los puntos acumulados será suficiente para comprar un sombrero de playa o las botas con las que subirás el nevado de Toluca.
Disfruta tu viaje
Viajar siempre es una actividad que enriquece; y si lo hiciste al menor costo posible, será todavía mejor. Analiza tus opciones. Aunque la lista que se mencionó antes parezca llena de pasos que podrían olvidarse rápidamente es muy simple practicarla. Todo depende de una búsqueda eficiente y un par de elecciones en el momento preciso.
Si ya tienes todo preparado no queda más que desearte ¡buen viaje!