Así se denomina a quienes prefieren primero conocer a la persona y luego dejan que fluya la atracción sexual. A una articulista de «Biba» le causó perplejidad que exista alguien así.
¿Dices que estás conociendo a un chico y todavía no te has acostado con él? ¿Que al salir de fiesta no piensas en llevarte a la cama a ninguno de esos desconocidos? ¿Que no te va el “aquí te pillo, aquí te mato”? Ya sabíamos de los hipersexuales frenéticos, los asexuales apáticos, pero gracias a la revista Biba descubrimos que existen también los “demisexuales”. Una categoría bastante “extraña”, según la revista: esos individuos que muestran un comportamiento casi se diría que “anormal”, a los ojos de la publicación. Y es que, antes que pensar en el sexo, les gusta conocer a la persona.
Esta “orientación sexual desconocida” es bien extraña, según explica el semanal, porque no se empieza a experimentar una atracción sexual hacia una persona hasta no haberla conocido bien. Todavía más desconcertante para la autora del artículo: la relación sexual está condicionada a la existencia de “una fuerte relación emocional”, fórmula de neolengua que probablemente significa “amor”. ¡Qué cosas! Vamos, que eso de primero conocerse, luego amarse y después -llegado el caso- desplegar la atracción sexual es para esta autora algo absolutamente novedoso. Para el semanal parece que lo normal sería que el sexo fuera por delante y luego ya, si surge algo de “feeling”, comenzar a conocer a la otra persona.
Los síntomas de la demisexualidad
Los “pacientes” que experimentan “demisexualidad” pueden beneficiarse, por fortuna, del anonimato de las redes sociales para conversar sobre su “preocupante particularidad”, explica la autora del artículo. Así se “ayudan mutuamente”, sobre todo para distinguir los síntomas de esta orientación, que parece estigmatizante.
Así, algunas personas confiesan no agradarles los “líos de una noche”, otras incluso tienen problemas para “dar un beso a una persona a la que han conocido cinco minutos antes”. Qué infortunio… Ya no te digo nada si piensas en guardarte hasta el matrimonio. Esa es una posibilidad tan de otro planeta (para Biba) que ni siquiera se contempla.
La dimensión surrealista, incluso cómica, de este artículo no ha dejado de provocar una cierta hilaridad en Facebook. No faltan los comentarios irónicos…