Bajo la premisa de haber recibido «información que daba cuenta de un plan de fuga» el alto tribunal optó por revocar el arresto domiciliario a los lideres de la oposición venezolana, Leopoldo López y Antonio Ledezma.
Justo después de que Lilian Tintori, esposa del exalcalde del municipio caraqueño de Chacao, informará en un twitt «se acaban de llevar a Leopoldo de la casa», la noticia se viralizó. Surgieron opiniones por todos lados; algunas por parte de líderes políticos que llamaban a la búsqueda de un acuerdo a través de un camino de dialogo y libre de violencia.
Sin embargo, una de las pocas opiniones que realmente están teniendo relevancia es la de Javier Cremades, abogado y miembro del equipo de defensa de Leopoldo López. En un articulo publicado por el periódico El País, Javier Cremades expresó su sentir y realizó un análisis de la situación que vive Venezuala justo después de las votaciones de la Constituyente:
«Esta madrugada hemos conocido alarmados que Leopoldo López y Antonio Ledezma, líderes ambos de la oposición democrática venezolana al Gobierno de Maduro, han sido detenidos en sus domicilios por agentes de la seguridad gubernamental. Se trata de un paso más en la cultura del miedo, que todos los demócratas del mundo debemos combatir alzando la voz desde todos los países. Leopoldo y Ledezma son hoy más que nunca símbolo de la identidad de un pueblo que lucha impotente por su libertad.
La detención demuestra también que no existió mandato alguno del Supremo para liberarlo, tal como ya denunciamos alguno. Es una constatación de una deriva totalitaria en la que se evidencia ya la ausencia de Estado de derecho, de separación de poderes, y desde el domingo de inexistencia de régimen democrático con sufragio universal. Estamos por tanto ante un zarpazo de un régimen inmoral, en tanto que atenta contra la esencia básica de la persona humana. Siempre que ha habido un régimen así en la Historia se ha producido una revolución para derrocarlo. No seria deseable que sucediera en Venezuela, por el coste y la fractura social que produce. Pero el chavismo y el madurismo deben reaccionar y dar signos muy distintos al mensaje que han enviado hoy al mundo.
Quizá la iglesia venezolana y el Vaticano puedan ahora más que nunca mediar en esta guerra civil en ciernes. Lo sucedido esta noche en Venezuela es un secuestro de dos ciudadanos por sus ideas políticas, malamente enmascarado en supuestos delitos inventados por la dictadura. Las instancias gubernamentales internacionales no pueden permanecer impasibles ante esta situación de desprecio a los más elementales derechos fundamentales que nuestras sociedades defienden. La indignación global ante esta nueva manifestación de desprecio al derecho de quien está demostrando día a día su condición no ya de dictador, sino de tirano, puede ayudar a evitar una guerra civil. Hoy puede decirse en Venezuela que la revolución es un crimen donde rige la justicia y el derecho, pero es justicia y derecho donde impera la tiranía. En la época de la globalización es fundamental que la comunidad internacional se haga más fuerte y eficaz en su defensa de la libertad y el derecho.», afirmó Javier Cremades.