Algo de cultura muy mexicana
En los años 40 y 50, había señoras que vendían té en las esquinas de las calles de esta gran Ciudad de México, de diferentes hojas: naranjo, manzanilla, hierbabuena, canela, etc.
Se ponían a vender su té desde las 4 de la mañana, igual que ahora venden tamales y atole.
En aquel entonces, el jarro de té normal costaba cinco centavos, pero el TÉ CON PIQUETE, al que se le añadía un chorro de alcohol de caña de 96 grados, costaba ocho centavos.
Los borrachitos crónicos, que amanecían trasnochados y «crudos», llegaban con estas señoras todos «tembeleques y temblorosos»…, y como les daba vergüenza pedir un té con alcohol, decían: «Doña Lencha, me da un té por ocho», que era un té con su respectivo alcohol del 96!!!
Debido a esto, las personas que los venían venir hacia los expendios de té decían: «Mira, ahí vienen los té por ocho», que son los alcohólicos crónicos, que con este «tecito con piquete» se curaban la cruda ese día y empezaban la borrachera del siguiente día…
Por eso, a los alcoholicos crónicos callejeros hoy se les dice TEPOROCHOS!!!
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