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CrossCheck y Décodex, proyectos contra las fake news

Por Miquel Pellicer

Tres semanas después de su puesta en marcha, CrossCheck, una iniciativa de First Draft News en alianza con Google Labs, Facebook y conjunto de instituciones periodísticas, pone la base para una batalla intensa contra las fake news en el transcurso de la campaña electoral en Francia. Más de treinta medios de comunicación, principalmente de Francia y Reino Unido pero también del resto del mundo se han aliado para sacar adelante este proyecto. Participan entre otros BBC, Channel 4 News, International Business Times, Bloomberg, Le Monde, BuzzFeed, Libération, Les Echos y la Agencia France-Presse.

El desarrollo de estrategias colaborativas y uso de herramientas comunes -ya sea un gestor de contenidos propio, Slack, Tweetdeck, CrowdTangle o NewsWhip – nos advierte la importancia de este pull de medios. Unos sesenta periodistas están trabajando en este proyecto y se espera triplicar las cifras en breve.

El sistema de validación de la información es muy sencillo. Los usuarios hacen llegar sus preguntas o informaciones y el equipo de redacción conjunto investiga la historia dando su feedback como historia auténtica, falsa o con precaución.  De momento, las cifras de verificación son más bien modestas. Han llegado 160 preguntas. Y aquí un ejemplo de cómo la BBC ha recopilado algunas noticias falsas para producir contenido propio en formato compacto: Fake news: Five French election stories debunked.

El proyecto CrossCheck tiene como objetivo contrastar las informaciones que se produzcan hasta el 23 de abril, fecha para las votaciones de las presidenciales francesas pero no se descarta que el proyecto tenga continuidad más allá.

Existen diferentes proyectos en Europa y Estados Unidos en la lucha contra las noticias falsas. La BBC, por su parte, también ha comenzado a rodar un equipo para contrarrestar la extensión de los contenidos fraudulentos. A nivel global, están invirtiendo más libras en desarrollar sistemas de detención de fake news. Con el background del Brexit y la rumorología que puso en circulación políticos como el ex líder del UKIP, Nigel Farage.

Décodex

Por otra parte, los grupos de medios de comunicación franceses también han creado sus propios proyectos al margen de colaborar con Google y Facebook, como Le Monde, con Décodex, un “conjunto de herramientas” que se sirve de una base de datos de más de 600 webs de noticias de todo el mundo que han sido analizadas y etiquetadas por colores en cinco grados de fiabilidad. En pocas horas se realizaron más de 100.000 búsquedas. Entre las herramientas, los usuarios pueden bajarse las extensiones de Chrome y Firefox. Ya se ha reportado más de 8.000 direcciones web. Décodex también usa un bot en Facebook que ayuda a verificar información y artículos educativos.

La verificación de datos no es algo nuevo para Le Monde. En 2014 lanzó Les Décodeurs, un proyecto que profundiza sobre cómo una noticia falsa puede manipular a los lectores.

Aumento de la preocupación

Las iniciativas para frenar las fake news son muy loables. No obstante, ¿cuál es el potencial de estos proyectos anteriormente descritos? Como dice Daniel Mazzone, “el problema de fondo consiste en que todavía no sabemos cómo manejarnos en un escenario de redes y pertenece al campo de la comunicación”. En datos, el ecosistema de las fake news es más complejo de lo que pensamos. Demografía de este universo particular que no es ni mucho menos un espacio nuevo.

No obstante, hay un creciente interés sobre el fenómeno de las fake news y los efectos que se están produciendo. Las búsquedas han aumentado al respecto y la conciencia sobre las noticias falsas aumentó significativamente a partir de las elecciones en las que Donald Trump ganó a Hillary Clinton, como muestran los datos facilitados por Brandwatch.

Actualmente existen grupos en las redes sociales con un potencial de viralización sin precedentes. Un ejemplo de ello es el grupo de Facebook «Periodismo de Realidad«. El grupo no hace honor ni al periodismo ni a la realidad y son habituales las noticias xenófobas, leyendas urbanas y conspiranoicas. Nada más y nada menos que 12.000 personas siguen este grupo en el que es difícil encontrar contenidos contrastados.

El trabajo a favor del fact checking es laborioso. Pero no es cuestión sólo de los medios de comunicación. Wikipedia y Facebook también están trabajando para ofrecer la mayor validación de los contenidos que se ofrecen en sus plataformas. En el caso de la enciclopedia colaborativa, la lucha tiene diferentes frentes. En el caso de la red social creada por Mark Zuckerberg, es hora que tomen cartas al respecto.

Facebook

Desde principios de año, en Alemania, Facebook llegó a un acuerdo con Correctiv -red de investigación- en el cual incorporará mecanismos para que los usuarios puedan marcar una entrada como potencial noticia falsa. La tarea de Correctiv será la de analizar las entradas sospechosas y en caso de que sean identificadas como informaciones falsas, se incorporará a las mismas una advertencia respecto a su “dudosa credibilidad”. ¿Y cómo funciona? Cada vez que los usuarios de Facebook marquen una noticia como sospechosa el contenido le llegará Correctiv, una organización independiente escogida para comprobar la veracidad de las noticias.

En Estados Unidos, Facebook también ha puesto en funcionamiento una nueva opción que permite a los usuarios marcar noticias que consideren engañosas. Según Mashable, la nueva característica se llama ‘cuestionada’ (‘disputed’). Cuando un usuario considere que está leyendo un artículo falso, lo podrá reportar y su solicitud será evaluada por la red social y su red de medios aliados como Snopes, Associated Press y Politifact. Hay datos que debemos tener en cuenta.

De momento, los objetivos a corta distancia serán las elecciones francesas y alemanas. De la misma forma, que se trasladan medidas contra los hackers que puedan influenciar en votaciones electrónicas o espionaje industrial, las elecciones europeas son vistas como ‘puntos calientes’ para que no se repitan las estrategias de jamming o estrategia del ruido que ya se produjeron en las elecciones presidenciales en Estados Unidos.


Tomado de miquelpellicer.com

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