Los Juicios Orales son los protagonistas dentro del nuevo sistema de justicia penal y también de la serie de televisión producida por Marcela Pezet.
Los episodios de la serie Juicios Orales están basados en procesos reales. Este tipo de juicios surgen en México por la necesidad que existía de reformar, de manera sustancial, al sistema de justicia penal. Con ello se busca que el acusado sea juzgado en una audiencia pública, con la presencia del juez que ha de dictar su sentencia en el mismo momento que se esté desarrollando la audiencia y a la vista de todo el público presente. Es la oportunidad de presentar sus argumentos de viva voz, frente a todos.
¿Cómo y para qué nace la idea de crear un programa como Juicios Orales?
Hace algunos años asistí a un foro en el que se habló de la violencia y la inseguridad que se vive en México, en el cual, el ponente nos cuestionó: “¿Qué estás haciendo para cambiar la situación de violencia e inseguridad en México, o que no estás haciendo? Porque no hacer es hacer, el no querer ver, no querer saber, no significa que no esté pasando.” Me di cuenta de que estaba siendo más pasiva que proactiva como ciudadana y me nacieron las ganas de hacer algo por México.
Dada mi experiencia profesional, generé la idea de hacer un programa de televisión que aportara valor a la sociedad.
Creé este nuevo concepto que pretende aportar a la socialización de la reforma penal, el cual ejemplifica casos de la vida real en una sala de Juicio Oral.
Con el programa de Juicios Orales, Justicia Diferente se logra conjuntar entretenimiento, difusión, capacitación y enseñanza en un mismo producto.
¿Por qué una serie de este tipo? Para alguien como tú, mujer joven que ha sido actriz, empresaria y productora, ¿qué te jaló tanto del proyecto?
Una de las mayores motivaciones que tuve desde el inicio es que, como ciudadana mexicana, no entendía nada de lo que leía en Internet ni en los libros de Derecho acerca del Nuevo Sistema de Justicia Penal, lo que me llevó a realizar una investigación profunda para poder comprender cómo trabaja el nuevo proceso de la oralidad y poderlo explicar en un lenguaje televisivo. Esto me empujó hacia delante y a hacer lo que se requería para lograrlo. La visión que tengo es que muchos mexicanos puedan verse beneficiados al entender de una forma coloquial esta Reforma. Me movió México.
Me imagino que tuviste que hacer mucho trabajo previo e investigación. ¿Por dónde se empieza?
Fueron más de cuatro años lo que tuvo que transcurrir para ver materializado el sueño. Empecé por pedir ayuda a las personas que conocía que me podían acercar al poder judicial, fui investigando y siguiendo todas las pistas para armar el rompecabezas. Fui muy persistente para conseguir citas con las personas claves, como con los directores de Instituciones como el INACIPE. Compré muchos libros del Nuevo Sistema Penal, leí la Reforma, leí el Código acional de Procedimientos Penales, hice muchas preguntas, fui a universidades a hablar con los estudiantes para que me dejaran leer sus tesis acerca del NSJP. Leí mucho en Internet, vi muchos videos de los Juicios, que en aquel entonces eran de Chihuahua casi todos. Me adentré en una búsqueda profunda de información para poder entender. Muchas personas me ayudaron en el camino.
¿Acudiste a juicios, audiencias?
Sí, acudí a juicios en vivo. En la Ciudad de México, los Juicios Orales en materia penal estuvieron un poco rezagados durante el tiempo de la implementación de la Reforma; sin embargo, sí existían los Juicios Civiles, a los cuales, por el Principio de Publicidad, el cual indica que toda persona puede asistir libremente a los juicios, hice valer mi derecho y me presenté como audiencia en la salas de juicio. Me entrevistaba con los jueces al final, les pedía cita. También estuve en una reunión con todos los jueces de lo familiar de la Ciudad de México cuando estaban creando la Reforma para el Sistema Acusatorio en materia Familiar. Fue un viaje muy interesante dentro de un mundo que no conocía.
¿Cómo conseguiste la asesoría jurídica, los expedientes de los casos?
Con la idea de conseguir abogados que quisieran participar en lo que en ese entonces era el programa piloto, publiqué en mis redes sociales la invitación a un casting para un programa de T.V. Tuve una gran respuesta, entre los que me contestaron estaba un gran amigo de la infancia, Luis Genaro Vázquez Colmenares, quien me dijo que la persona que me podía ayudar a desarrollar el contenido legal apegado al cambio era el Mtro. Rodolfo Félix, que es uno de los abogados más especializados en el Nuevo Sistema en México. Hicimos una cita en su despacho y me lo presentó. Me recibió muy amable y después de explicarle el proyecto lo aceptó con la única condición que no quería estar involucrado en algo que al final terminara siendo un show poco serio, en el que no respetara al sistema; así se convirtió por cuatro años en mi asesor penal, me llevó de la mano, me presentó con muchas personas de la Red de Juicios Orales. Fuimos al Inacipe y conseguimos la sala de Juicio Oral para el programa piloto y me ayudó a realizarlo con sus socios actuando como los representantes del MP y la defensa. También me ayudó a conformar al equipo de jóvenes escritores-abogados y me facilitó el acceso a expedientes. Fue y es mi asesor de futuros proyectos, pero sobre todo, es un gran amigo.
¿Cómo lograste que jueces y abogados en activo aceptaran grabar un programa de televisión?
¿No corren ciertos riesgos?
Los jueces y abogados fueron llegando a nosotros; unos invitaban a otros. Muchos venían recomendados por Rodolfo o por Luis Genaro, que es uno de los abogados de la defensa. Cada quien me ayudaba a traer a alguien más. Existe una gran necesidad de difusión del tema y quienes me apoyaron lo hicieron porque les pareció una gran idea, ya que ellos se capacitan internamente, pero el usuario del Sistema Penal es la sociedad civil, los ciudadanos. Estuvieron dispuestos a participar y apoyar con su enorme conocimiento el proyecto para generar difusión. No corren riesgo porque el programa es una dramatización, entra dentro de la barra del entretenimiento. Lo hicimos con mucho respeto a todas las parte involucradas, el fin es educar.
¿A qué problemas te enfrentaste para sacar la serie a la luz?
El gran problema que tuve siempre fue que a cada persona a la que le presentábamos el proyecto, ya fuera de la Iniciativa Privada, de los medios de comunicación, de los tres poderes de gobierno, nos decían que era una extraordinaria idea, pero que no había recursos. Todos decían sí, pero no decían cuándo. Llegó un punto en el que estuve a punto de abandonar el proyecto porque no veía la luz. Persistí, el valor que me impulsaba fue mayor a las puertas que se me cerraban.
¿Hubo censura de algún tipo?
Ninguna, de nada.
¿Por qué en Canal Once?
Pedimos una cita con Jimena Saldaña, directora de Canal Once, porque queríamos que el proyecto estuviera respaldado por un espacio que tuviera credibilidad en cuanto a contenidos y que fuera un espacio serio para no caer en el formato de Talk Show, sino que se respetara el formato serio que repesente de manera veraz y creíble los casos penales, con jueces y abogados. Jimena es una mujer visionaria y sensible, y por coincidencia, ella le había pedido a su equipo hacer algún programa relacionado con la Reforma Penal. Nosotros ya teníamos armado todo: guiones, escaletas, programa piloto, talento, diseño del set y presupuesto. Fue así como Jimena apoyó el proyecto y lo hizo suyo.
¿Por qué es “justicia diferente”?
La justicia en México hoy es diferente. Antes estaba basada en un sistema de expedientes escritos y ahora en audiencias orales y públicas, entre muchas otras bondades. Dos cosas muy diferentes.
¿Qué le deja a la audiencia y a la sociedad esta serie?
Como sabemos, existe una resistencia natural al cambio, pero una aceptación total a la cultura de los medios digitales y a la televisión. Al día de hoy, todos los mexicanos nos regimos bajo este nuevo sistema penal, del cual sabemos muy poco. Adquirimos derechos y obligaciones que, al conocerlos, nos pueden ser de gran beneficio como ciudadanos. Además, promueve la cultura de la conciliación entre los mexicanos.
El televidente se sentirá identificado con los casos expuestos, ya sea porque ha vivido algo similar, conoce a alguien en la misma situación o sabe que en cualquier momento le podría pasar. Con esto sabrá cómo debe actuar y se sentirá motivado a ejercer su derecho constitucional a denunciar.
¿En qué horario pasa la serie y de cuántos capítulos consta?
La serie consta de 52 capítulos y 20 cápsulas informativas de todo el proceso penal. Los capítulos representan 52 diferentes casos de delitos penales dentro de una sala de Juicio Oral, que es la última etapa del proceso penal acusatorio. Se transmite todos los jueves a las 20:00 hrs, con una repetición los domingos a las 20:30 hrs por canal Once. Inició en el 9 de febrero de este año y termina la primera temporada en febrero del 2018.