Por Lourdes Quiroz
Para muchos, la manera en que trabaja nuestro organismo es un enigma. Sin embargo, lo que sí tenemos por seguro es que para mantenernos saludables el ejercicio es la regla número uno.
Diversos estudios han demostrado que la activación física revierte el deterioro de la memoria –en especial de las personas mayores– e incrementa la producción de nuevas neuronas en el área del cerebro encargada de esa función.
Por otra parte, ejercicio físico libera endorfinas que crean la sensación de bienestar, aumenta el flujo sanguíneo dándonos mayor energía, aumenta el apetito y nuestra capacidad para tener un sueño más profundo, además, nos permite tener mejor humor.
El movimiento es determinante para obtener y mantener buena salud física y mental. Potencia la actividad celular y genera neurotransmisores; en particular, dopamina, serotonina y algunas otras hormonas beneficiosas para la salud de nuestro cuerpo.
¡El cuerpo no es más que la apariencia que esconde nuestra realidad!
Algunas personas, sobre todo adultos mayores, sienten miedo de realizar cualquier tipo de actividad física, sin embargo, entre más activos sean, se sentirán mejor, tendrán mayor autoestima, menos ansiedad, mayor confianza al comunicarse y serán más creativos, ya que el movimiento afecta positivamente al cerebro y sus funciones.
Recuerda, lo más importante en el ejercicio no es la cantidad sino la calidad.