Al menos una docena de obispos de Estados Unidos, entre los que están cinco cardenales, han declarado su rechazo a la orden ejecutiva firmada por Trump contra inmigrantes y refugiados.
El Cardenal Blase Cupich de Chicago habló de “un momento oscuro de la historia de los Estados Unidos», mientras que el Cardenal Joseph Tobin de Newark dijo que “son lo contrario de lo que significa ser americano. Cerrar fronteras y levantar muros no son actos racionales.»
El Cardinal Donald Wuerl of Washington afirmó: «Esperamos que en tanto el gobierno federal muestre cualquier preocupación legítima por la seguridad, que no sea a expensas de gente inocente que tiene necesidad y que emprenda las acciones necesarias para asegurar que su integridad sea protegida, así como para que se expidan los procesos que les permita recibir la ayuda humanitaria que requieran.»
«El vínculo entre cristianos y musulmanes se funda en la fuerza inquebrantable de la caridad y la justicia», dijo el Cardenal Daniel N. DiNardo de Galveston-Houston, presidente de la Conferencia Episcopal de los Estados Unidos.
El Arzobispo José Gómez de Los Angeles, vicepresidente de la misma, aseveró que “la Iglesia no cejará en su esfuerzo por defender a nuestras hermanas y hermanos de todas las creencias que sufran a manos de quienes los persiguen sin misericordia. Debemos estar vigilantes de posibles infiltrados que quieran hacernos daño, pero siempre debemos dar la bienvenida a los amigos». Y agregó: «Nuestro Señor Jesucristo huyó de la tiranía de Herodes, fue falsamente acusado y abandonado por sus amigos. No tenía en dónde apoyar la cabeza (Lc. 9:58).»
Recuerdan los obispos que recibir al necesitado no es una opción para los cristianos. Es la esencia misma del cristianismo.