«Toca mi corazon, sánalo, libéralo del miedo y de las situaciones adversas que lo hacen poner inquieto…»
Hoy más que nunca, los cristianos debemos convencernos de que no podemos ser cobardes, ni miedosos. Tenemos que dar la batalla hasta que exhalemos nuestro último aliento. Tenemos que ser personas capaces de enfrentar la prueba y de vencerla. Para eso, Dios nos ha dotado a cada uno con talentos y capacidades.
Cada uno de nosotros tiene la fuerza y el poder, dado por Dios, para vencer todas las dificultades. Tenemos que esforzarnos por vencer ese problema y esa situación que nos está dañando. Piensa: si muchos han logrado salir adelante, ¡tú también lo puedes lograr!
Solo basta creer en lo que Dios puede hacer en tu vida. Toma las riendas de tu vida en este momento, aprovecha las oportunidades que Dios te ha dado. ¡Aférrate a su amor!
Oración para desprenderte de todo miedo:
Señor, sé luz en mi mente, paz en mi corazón, sabiduría en mis decisiones, amor en mis relaciones. Te necesito, sólo Tú eres capaz de calmar mis penas. Sólo en Ti tengo depositada mi esperanza, sólo en Ti podré encontrar un lugar donde protegerme y así no darle lugar al miedo y a las distintas formas del mal.
Muchos miedos son los que me atacan a diario. Por eso, hoy, reconozco ante Ti que estoy plagado de miserias, y acudo a Ti como mi amigo y mi hermano, para que me llenes de tu alegría y tu gozo, para que renueves esa fuerza esperanzadora que levanta del suelo a todos quienes confiados a Ti buscan ayuda
Señor mío, Tú conoces que todos los vacíos de mi ser sólo pueden ser llenados por tu gracia y tu presencia. Mis miedos, mis preocupaciones, mis dolores, mis confusiones, sólo pueden encontrar soluciones y sanación en Ti. Sé que con tu ayuda podré superar todos esos miedos que no me dejan avanzar.
Muéveme con tu Santo Espíritu. Tú me acompañas y me das valor para enfrentar esas circunstancias que ponen a temblar mis rodillas. Me mantengo fiel a Ti, porque estoy seguro de que no me vas a fallar. Toma mi vida Señor, toma mi mente y mi corazón y hazme un fiel discípulo de tu amor.
Tú me das la certeza de una esperanza tranquila y llena de gozo cuando, en muchas ocasiones en tu Evangelio, dices “No teman”. Quien cree en Ti jamás quedará defraudado y no habrá temor alguno que haga tambalear su fe.
Quiero dejar que te acerques siempre a mí, vivir en comunión contigo toda mi vida, que mis faltas jamás me separen de tu amor porque siempre busco tu perdón. Todo miedo que hay dentro de mí se desvanece cuando te acepto y mi boca dice confiado: “Creo en Ti, Señor mío”.
Toca mi corazón, sánalo, libéralo del miedo y de las situaciones adversas que lo hacen poner inquieto. Eres mi fortaleza y estoy seguro de que tu amor y tu misericordia no se apartan de mi espíritu.
Confío en tu promesa fiel, confío en tu Palabra que me conforta. Quiero que también a mí me digas esas palabras de esperanzas que le pronunciaste a Josué “No tengas miedo ni te acobartes, porque Yo, tu Señor y Dios, estaré contigo dondequiera que vayas.” (v 1,9)
Sopla Señor mío, sopla fuerte, sopla las bendiciones sobre mí que traen consigo tu Espíritu Santo para que me ayudes a creer y a dar un verdadero testimonio de tu amor al mundo, sin temores, sin miedos.
Muéveme, Jesús mío, con tu Santo Espíritu, que me acompañe siempre en todos mis retos y en aquellos momentos de desolación y de flaquezas que a veces siento que me tumban al piso y me hacen incapaz de continuar la lucha por ser cada día mejor.
Dame la fuerza y tu poder para vencer los miedos y estar libre de angustias. Guía mi corazón y mi mente con el Espíritu Santo, esa presencia poderosa contenida en tus tres divinas personas que ilumina nuestras vidas y nos hace ser personas decididas y valientes en la fe.
Te amo Jesús, y confío en que en este momento, Tú estás rompiendo con todas esas cadenas que me tienen atado a la desesperanza, y aunque camine por sendas oscuras, ya no vacilare ni temeré, porque tu fuerza y tu poder están conmigo y me infundes confianza.
Amén
¡Confía en el Señor tu Dios! Ya deja atrás esos miedos y atrévete con valentía a luchar contra esos sentimientos que quieren abatirte y hacerte sentir que no vales nada. ¡No te dejes! ¡ERES UN HIJO DE DIOS! Todos los esfuerzos que hagas en el poderoso Nombre de Jesús tendrán sus frutos de un momento a otro.
Tu Dios es poderoso, grande y lleno de amor. Él puede hacer de lo imposible algo posible. Pídele a Dios en este instante que actúe en tu vida y en tu familia. Pídele que cambie tus amarguras y dificultades en alegrías y oportunidades.
Oración para repetir durante el día:
Señor, cuando estoy cargado de preocupaciones, tus consuelos me llenan de alegría (Salmo 94,19) Yo puedo vencer todos los miedos y angustias del camino, porque Contigo voy, Contigo soy y Contigo vivo. Amén”
El Señor te bendiga y te libere de los miedos y angustias y se lleve todo dolor emocional de tu alma.
En el nombre poderoso de Jesús.
Amén
Por Qriswell J. Quero
Artículo originalmente publicado por: pildorasdefe.net