El brasileño perdió la vista a los 28 años. “No necesito ver para fotografiar, tengo los ojos del corazón”, afirmó.
«La fotografía es sentir, usar tus sentidos, como la audición, y tener sensibilidad por encima de todo», detalló el brasileño Joao Maia Da Silva cuando le preguntaron cómo hacía para capturar las imágenes de los atletas.
Con 41 años se convirtió en el primer fotógrafo no vidente en cubrir unos Juegos Paralímpicos y fue el encargado de capturar el momento en el que la saltadora Marie-Amélie le Fur rompía el récord mundial.
Antes de los Juegos tenía unos cientos de seguidores en su cuenta de Instagram y ahora más de seis mil.
«Una vez que hago una foto ya no es mía, sino del mundo», explicó el artista. Si bien no es capaz de ver el resultado de su trabajo, aseguró que no le frustra.
A los 28 años, fue víctima de la uveítis, una enfermedad que produce la inflamación de la úvea, formada por el iris, el cuerpo ciliar y la coroides. Pero hoy, trece años después, luchó y consiguió un lugar en Río 2016.
Aunque todavía puede percibir bultos y colores vivos, a distancias muy cortas, se apoya en el sentido auditivo para tomar fotos sumamente profesionales.
Joao Maia detalló que la tarea se hace más fácil en los eventos deportivos en los que el público esta obligado a permanecer en silencio. El golbol o el fútbol, pueden ser un ejemplo.
En esas ocasiones posee la misma ventaja que la que tienen los mismos atletas, ya que ambos, pueden escuchar el cascabel que lleva el balón y anticiparse a las jugadas.
«No necesito ver para fotografiar, tengo los ojos del corazón», sintetizó el brasileño, que dentro de los deportes que le toca cubrir, se inclinó por elatletismo: uno de los deportes que practicó después de quedar ciego.
El fotógrafo trató de incursionar en deportes como lanzamiento de jabalina, disco y peso, pero no logró superar las pruebas correspondientes para participar en los JuegosParalímpicos.
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