El amor de los abuelos a sus nietos en tan inmenso que no pueden evitar demostrarlo de todas las formas posibles.
Hay personas que son la base de nuestra vida, esas maravillosas almas que representan una parte importante de lo que somos. Son las que nos ayudan a formar nuestro carácter y se convierten en nuestro hogar.
Los abuelos simbolizan esa parte, sacan lo mejor de nosotros en todo sentido, representan nuestras emociones y sentimientos en su máxima intensidad. Son nuestros cómplices de la vida, los que nunca nos van a juzgar y que con un abrazo nos dan paz. Son nuestros generadores de recuerdos felices, todas las historias que tenemos con ellos están repletas de giros, sonrisas, travesuras y mucho amor.
Los abuelos nos enseñan a tener paciencia, hacen que nuestra comunicación sea más emocional, nos corrigen de una manera diferente a nuestros padres y nos ayudan a ser más críticos con respecto a la vida.
Ante una situación de crisis e inestabilidad familiar son ellos el apoyo emocional que necesitamos, se convierten en una roca y son indispensables para ayudarnos a superar cualquier tipo de desvinculación familiar como puede ser una separación o la muerte de uno de nuestros padres.
Los abuelos dejan una huella en el corazón que es imborrable y perdura en el tiempo, ellos transmiten sus historias y logran vivir para siempre, aunque no estén, en la mente de sus nietos. Son ellos luego los que se encargan de contar todo aquello que vivieron y aprendieron con ellos.
Los abuelos tienen la magia de solo ver lo bueno en nosotros, es como si para ellos no existiera criatura más maravillosa y aunque sabemos la cantidad de defectos, errores y malos hábitos que tenemos, todo ese lado oscuro desaparece con ellos. Hacen que, como ellos, creamos que somos los mejores del mundo y esto nos empuja a serlo.
Pero ojo, no solo los abuelos dejan huellas en el corazón, sino que los nietos aportan vitalidad, alegría y sostén a sus abuelos de manera inconmensurable. Cuidar de los nietos significa para los abuelos redescubrir el mundo de la mano del asombro, de la inocencia y del amor más incondicional.
El amor que tienen los abuelos por sus nietos es tan grande que no pueden evitar demostrar en todas las formas posibles, su cariño se ve reflejado en los pequeños detalles que son muchas veces las más grandes muestras de aprecio. Los niños perciben esta generosidad desbordada como un cariño tan desmedido que les embelesa. Y, cuando los abuelos faltan, los niños no echan de menos los chocolates sino lo que ellos significan: hablar con sus abuelos y escuchar palabras de ánimo, amor y sabiduría.
Los que han tenido la suerte de haber sido criados por sus abuelos saben de la enorme importancia que tienen y el impacto que esto significa para su vida. Ellos son el reflejo de un amor tan puro que deja una hermosa cicatriz en el alma imborrable. Este amor los acompaña toda la vida y los protege de un modo único.
FUENTE: CORAZÓN.PE