Oksana Chusovitina hizo historia antes de dar un salto en Río: a sus 41 años, es la séptima vez que la atleta compite en unos Juegos Olímpicos, convirtiéndose así en la gimnasta mujer más longeva de la historia.
Chusovitina, durante los Juegos de Londres 2012.
Además, la trayectoria de la atleta es sorprendente: este año representa a Uzbekistán, pero no es la primera bandera bajo la que Chusovitina compite. En sus primeros Juegos, los de Barcelona 1992, la gimnasta pertenecía al equipo de la Unión Soviética; con la independencia de su país natal del bloque soviético, empezó a representar a Uzbekistán. Sin embargo, en 2003 se mudó a Colonia con su familia para pagar un tratamiento médico a su hijo, enfermo de leucemia. En 2006 obtuvo la ciudadanía alemana y dos años más tarde compitió bajo la bandera de Alemania en Pekín, así como en los Juegos Olímpicos de Londres 2012.
Ahora, su hijo está recuperado y tiene 17 años, la misma edad que muchas de las chicas contra las que Chusovitina está compitiendo.
No obstante, tras su actuación del pasado domingo, la veterana gimnasta ha demostrado que no está en Río sólo para competir, sino para ganar. Chusovitina —a la que cariñosamente llaman «Chuso»— obtuvo una puntuación de 14,999, clasificándose así para las finales de salto del 14 de agosto.
FUENTE: http://www.huffingtonpost.es/2016/08/10/atleta-41-anos_n_11422242.html