El dolor. Es una experiencia sensorial y emocional (subjetiva), desagradable, que pueden experimentar todos aquellos seres vivos que disponen de un sistema nervioso central. Es una experiencia asociada a una lesión tisular o expresada como si ésta existiera. La ciencia que estudia el dolor se llama: Algología
Zonas de dolor visceral.
Hasta los griegos presocráticos del siglo VI a. C., las enfermedades y sus tratamientos no se concebían en términos naturales y racionales. Varios siglos de medicina científica se reúnen en los casi 70 libros del Corpus Hipocraticum.
A lo largo de los siglos los médicos se han enfrentado al dolor con grandes dosis de literatura y superstición, pero a partir del siglo XIX se obtiene información científica mediante el estudio de la fisiopatología. En el siglo XX se crean especialidades como Anestesiología y Reanimación.
El dolor es la causa más frecuente de consulta médica. La Asociación Internacional para el Estudio del Dolor definió el dolor como “una experiencia sensitiva y emocional desagradable, asociada a una lesión tisular real o potencial”.
La percepción del dolor consta de un sistema neuronal sensitivo (nocioceptores) y unas vías nerviosas aferentes que responden a estímulos nocioceptivos tisulares; la nociocepción puede estar influida por otros factores, por ejemplo los psicológicos.
¿Cómo surge el dolor?
Si nos golpeamos contra una pared, el piso cuando nos caemos, la parte golpeada duele; pero, ahí surge el dolor? La respuesta es: No.
Uno de los errores básicos, desbancados actualmente por la ciencia pero aún instalados en la cultura popular, es creer que el dolor se genera en los tejidos donde se ha producido la amenaza o la agresión, como si hubiera unos receptores de dolor desperdigados por todo el cuerpo que segregaran el dolor.
En realidad el dolor surge del cerebro. Este recibe las señales que le llegan en décimas de segundo, las interpreta y genera el dolor.
Cada individuo aprende el significado de la palabra dolor a través de la experiencia personal; tiene múltiples causas, diversas características anatómicas y fisiopatológicas, y variadas interrelaciones con aspectos psicológicos y culturales.
Esto hace que su definición sea difícil y que la terminología usada en relación al dolor sea fuente permanente de confusiones.
La International Association for the Study of Pain (IASP) define el dolor como «una experiencia sensorial y emocional desagradable con daño tisular actual o potencial o descrito en términos de dicho daño».
Esta definición incorpora varios elementos: el dolor es una experiencia individual, una sensación, evoca una emoción y esta es desagradable. Habitualmente existe un estímulo nocivo que produce daño tisular o eventualmente lo produciría de mantenerse.
Por otra parte, muchas personas refieren dolor en ausencia de daño tisular o causa fisiopatológica conocida; sin embargo, esta experiencia debe ser aceptada como dolor, puesto que no hay manera de distinguirla de aquella debida a un daño tisular efectivo. Otra manera de expresar el concepto de la naturaleza subjetiva del sufrimiento, es «dolor es lo que el paciente dice que es».
Algunos tipos de dolor.
Dolor somático. es aquel que aparece cuando un estímulo potencialmente dañino para la integridad física excita los receptores nociceptivos. Estrictamente, debiera incluir el dolor originado en cualquier parte del cuerpo que no sean nervios o sistema nervioso central; sin embargo, frecuentemente se habla de dolor somático propiamente tal cuando los receptores están en la piel, músculos o articulaciones, y de dolor visceral cuando los receptores activados por el estímulo están en una víscera.
El dolor somático es habitualmente bien localizado y el paciente no tiene grandes dificultades en describirlo. El dolor visceral, en cambio, es frecuentemente menos localizado y puede ser referido aun área cutánea que tiene la misma inervación.
Por ejemplo, el estímulo de receptores en el miocardio activa aferentes viscerales que terminan en los cuatro primeros segmentos medulares torácicos; esta información converge sobre la misma neurona que recibe los estímulos cutáneos, por lo que el dolor es referido muchas veces al hombro y brazo izquierdos. La activación crónica de estos elementos puede evocar dolor referido, efectos simpáticos locales, contracciones musculares segmentarias y cambios posturales.
Dolor crónico. La persistencia del estímulo, de la enfermedad, o de ciertas condiciones fisiopatológicas, puede conducir al establecimiento de un dolor crónico. Bonica lo define como aquel dolor que persiste por más de un mes después del curso habitual de una enfermedad aguda o del tiempo razonable para que sane una herida, o aquel asociado a un proceso patológico crónico que causa dolor continuo o recurrente.
El dolor crónico tiene efectos fisiológicos, psicológicos y conductuales sobre el paciente y su familia, además de un costo social enorme. Podría decirse que mientras el dolor agudo es un síntoma de una enfermedad o traumatismo, el dolor crónico constituye una enfermedad en sí mismo.
La mayoría de los pacientes con dolor crónico no manifiestan las respuestas autonómicas y el patrón neuroendocrino característicos del dolor agudo, a menos que existan exacerbaciones.
Cuando el dolor es continuo o casi continuo, la respuesta se extingue, apareciendo diversos cambios, muchos de ellos desencadenados por la inactividad que se observa frecuentemente en los pacientes con dolor crónico. Hay pérdida de masa y de coordinación musculares, osteoporosis, fibrosis y rigidez articular.
La menor fuerza muscular puede llevar a una alteración respiratoria restrictiva. Hay un aumento de la frecuencia cardíaca basal y una disminución de la reserva cardíaca. En el sistema digestivo se observa una disminución de motilidad y secreción, constipación y desnutrición.
Con frecuencia se observa retención urinaria e infección. También suele haber depresión, confusión, alteraciones del sueño y disfunción sexual. La respuesta inmunitaria está alterada por el estrés y la desnutrición. Estas consecuencias físicas y psicológicas, frecuentemente devastadoras, pueden observarse en prácticamente todos los pacientes con dolor crónico. Es obvio entonces que no se puede hablar de dolor crónico benigno, en contra posición al dolor asociado a cáncer, sino que es preferible referirse a dolor crónico no oncológico y dolor crónico oncológico. El dolor puede ser primariamente somático, neuropático y/o psicogénico:
Dolor y las emociones relación entre mente y cuerpo.
El dolor crónico puede limitar sus actividades cotidianas y dificultar su trabajo. También puede afectar la
manera de vincularse con los amigos y los miembros de la familia. Es posible que los compañeros de trabajo, la familia y los amigos tengan que realizar más del aporte habitual cuando usted no pueda hacer las cosas que normalmente hace.
Con frecuencia, esto da como resultado sentimientos indeseados, como frustración, resentimiento y estrés. Estos sentimientos y emociones pueden empeorar; por ejemplo, un dolor de espalda.
La mente y el cuerpo trabajan juntos y no se pueden separar. La forma como la mente controla los pensamientos y las actitudes afecta la manera como su cuerpo controla el dolor.
El dolor en sí, y el miedo al dolor, pueden llevar a que usted evite tanto las actividades físicas como sociales. Con el tiempo, esto lleva a menos fuerza física y a relaciones sociales más débiles. También puede causar mayor falta de funcionamiento y dolor.
Estrés
El estrés tiene efectos tanto físicos como emocionales en nuestros cuerpos. Puede aumentar la presión arterial, incrementar nuestra frecuencia respiratoria y cardíaca, y causar tensión muscular. Estas cosas son difíciles para el cuerpo. Pueden conducir a fatiga, problemas para dormir y cambios en el apetito.
Si se siente cansado, pero tiene dificultad para conciliar el sueño, es posible que tenga fatiga relacionada con el estrés. O puede notar que es capaz de conciliar el sueño, pero que tiene dificultad para permanecer dormido. Todas estas son razones para hablar con su médico acerca de los efectos físicos que el estrés está teniendo en su cuerpo.
El estrés también puede llevar a ansiedad, depresión, dependencia de los demás o una dependencia malsana de las medicinas.
Depresión
La depresión es muy común entre las personas que tienen dolor crónico. El dolor puede causar depresión o empeorar la existente. La depresión también puede hacer que los dolores existentes empeoren.
Si usted o los miembros de su familia tienen o han tenido depresión, hay un riesgo mayor de que usted entre en depresión a raíz de su dolor crónico. Busque ayuda ante el primer signo de depresión. Incluso la depresión leve puede afectar la capacidad de manejar de forma efectiva el dolor y permanecer activo.
Los signos de depresión incluyen:
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Sentimientos frecuentes de tristeza, ira, baja autoestima o desesperanza
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Menos energía
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Menos interés en actividades o menos placer por sus actividades
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Dificultad para conciliar el sueño o permanecer dormido
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Disminución o aumento del apetito que causa mayor pérdida o aumento de peso
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Dificultad para concentrarse
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Pensamientos de muerte, de suicidio o de hacerse daño
Dolor Emocional
El dolor y el sufrimiento son parte de la vida, pero en ocasiones sufrimos innecesariamente. Generalmente utilizamos dolor y sufrimiento como sinónimos.
Hay muchas formas de atribuir el significado del dolor, de una forma de sentimiento, cómo definiríamos el dolor: físico, emocional, compasión, flagelo, falta de amor propio, carencia de lo material, miedo, costumbre a lo negativo, aferrarse al pasado, un sabor, amargo, y seguiríamos enumerando como definir el dolor en una forma de sentimiento.
Ahora les robaré unos minutos de su tiempo para que lean estas letras de uno de mis dolores emocionales.
México marzo 12 del 2016.
Salí del hospital Médica Londres de estudiar para dirigirme al hospital Juárez a cuidar y acompañar a un familiar.
Ya llevaba 2 noches seguidas sin dormir siquiera unos minutos, a mi mente llegaban rayitos de fe, al saber que mi familiar estaba estable y su recuperación continuaba satisfactoriamente, llegue al hospital Juárez a las 6pm, entre corriendo y esas ansias de buscar a mi familiar en el tercer piso cama 357. Entré meticulosamente a la habitación, en la entrada estaba mi familiar dormía, ya me habían comentado que desde el viernes no le daban alimentos sólidos, y los que hemos estado en estos hoteles de lujo, sabemos que cuando nos restringen los alimentos sólidos, nuestro estado de ánimo se altera.
Con sonrisa de cansancio de estar acostado en una cama de fierro y una colchoneta bastante regular, sacó una segunda sonrisa para saludarme, ya eso era alentador para mi alma, verlo sonreír, acomodé una silla y me senté para observar todo lo que sucedía alrededor de la cama.
Cinco huéspedes mas ocupaban la habitación, dos de los cuales me llamaron la mucho la atención. Al frente de la cama 357 se encontraba Don Maximiliano de 80 años con enfermedad coronaria, conectado al respirador, monitor, suero y otros cablecitos mas agarrándose de esta forma a la vida.
Al rincón de la habitación se encontraba el “paciente irlandés”, como él se autonombraba, Don Edgar, paciente de 43 años, con una tos casi a punto de votar los pulmones, de esas situaciones inexplicables de la vida, con neumonía y leucemia, escuché que llevaba 11 meses hospitalizado.
El tiempo es ese algo que si no se le presta atención, envejecemos sin darnos cuenta y así mismo uno se arrebata la vida.
Las horas pasaban y ahí sentada en silencio seguía observando, las enfermeras entraban, uno que otro médico también lo hacia para monitorear a los pacientes de alto riesgo. A las 9 pm, mi familiar despertó, le pregunté si deseaba que le hiciera terapia reiki, me respondió que sí.
Coloqué música de cuencos tibetanos a un volumen bajo y agradable para que mi familiar sintiera bienestar a través de la energía del universo, y funciona, todo lo que se hace con amor, respeto y bondad es noble.
Lo positivo, mi familiar se quedó profundo al recibir la terapia de reiki, de una u otra forma Don Edgar también recibió la energía reiki, y profundo también concilió el sueño. Hacia la media noche le dije a mi familiar tengo hambre, voy a la cafetería a comer algo. Hacia la media noche, me quedé sentada un rato en el pasillo, a observar qué acontece a esas horas en los pasillos de un hospital.
No ocurrió mayor cosa, un silencio absurdo, unos camilleros pasaron contando chistes, luego varios médicos riendo a carcajadas y con su respectivo café en la mano. Entré al ascensor para bajar a la cafetería y mi mente se dijo: a media noche y sola en un ascensor en el hospital.
Llegué a la cafetería y muy amablemente me atendieron, eso me encanta, cuando las personas son sensibles y tienen una sonrisa amable en el rostro.
Pedí en café con leche, más café que leche y un croissant, me tomé mi tiempo para disfrutar cada sorbo de café, el sabor no era el mas agradable a mi paladar, mi mente decía lo contrario, algo caliente alivia mi panza.
En esos pequeños lapsos se conocen personas increíbles, y por un momento se le olvida a uno que se encuentra en un hospital.
A la 1 de la madrugada, subí a la habitación, la luz apagada todos los pacientes dormidos, lo único que se escuchaba era el monitor conectado a Don Maximiliano, ese aparato delatador con si Pi, pi, pi, que indica que el corazón late, un cacharito de la verdad.
Los segundos seguían corriendo, mi familiar se despertó y me dijo, trate de cerrar sus ojitos y descanse un poco, cerré mis ojos unos 10 minutos, abrí los ojos, lo primero que llegó a mi mente fue Padre Nuestro, y empecé a rezar en silencio varios Padres nuestros, una corriente helada, mi mente inquieta se colocó. A las 2 de la madrugada el monitor cardíaco conectado a Don Maximiliano hizo Piiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiii, enfermeras y médicos entraron corriendo a la habitación a reanimar al paciente, esa maquinita empieza a pitar de una manera escandalosa, pero aún queda energía circulando por el sistema, quedando oxigeno en el organismo.
En ese momento Don Maximiliano se despedía de este mundo terrenal para comenzar un nuevo viaje, transcurrieron unos 15 minutos, médicos y enfermeras se retiraron, unas mantas blancas cubrieron el espacio que habitaba Don Max.
Mi mente seguía con el Padre nuestro, a las 3 de la madrugada llegaron 2 enfermeras a preparar el cuerpo de Don Maximiliano, el ritual para un nuevo viaje en plenitud; terminado el proceso de limpieza del cuerpo, disponen una bolsa negra, el simple ruido del cierre aceleró un poco mi ritmo cardíaco, y Don Max quedó ahí guardadito, a la espera de un camillero para continuar su viaje.
Por un instante mi mente dejó el Padre nuestro, y me hice varias preguntas. Realmente vivimos la vida como debiéramos, realmente disfrutamos de las cosas simples y cuidamos de nuestro cuerpo? a las 3:40 de la madrugada sacaron el cuerpo de Don Max, unos instantes después llegó otra persona a limpiar y desinfectar el cubículo, el tiempo corre y corre y no espera a nadie.
Cuando volví a ver la hora ya eran las 5 de la mañana, y despertó el paciente irlandés en un festín cantando, sonrisas y contando chistes. así llegaron las 6, 7, 8 de la mañana y los acompañantes de los demás pacientes se despiertan y recogen sus colchonetas y cobijas del piso donde descansan, cuidan y haciendo compañía a sus pacientes familiares.
A las 9 de la mañana todos los familiares de los pacientes nos saludamos. Le pregunté al paciente irlandés, que por qué se apodaba así. Me responde muy sonriente y me dice: cuando ha visto a un irlandés comer frijoles sancochados en una olla de barro y comer nopales, siguió cantando con tal energía y desparpajo que es admirable ver su forma de aferrarse a la vida.
Se llegan las 10 y las 11 de la mañana y mi familiar desesperado ya por salir del gran hotel y aún mas desesperado por que no le daban autorización de alimentos sólidos, a las 11:45 llega la especialista encargada de mi familiar con sus dos pasantes de gastroenterología, una señora de estatura mediana, cabello corto constitución robusta y con una amargura en su rostro, lo primero que se me vino a la mente fue: “a esta amargada no le dan cariñito del bueno”.
Siempre lo he pensado y lo diré a los cuatro vientos, muchos de los hospitales están llenos de médicos androides fríos y mecanizados, NO HAY CALIDEZ HUMANA. Entre ires y venires en preguntas al paciente familiar, le autorizan alimentos sólidos, hay algo que no comprendí, si el paciente entró por urgencias por un motivo, la especialista se enfatiza en otra causa y el paciente en otra, en esas situaciones es mejor hacerse a un ladito y omitir cualquier comentario.
Llegan a un acuerdo especialista y paciente familiar y le dan de alta. Nunca imaginé que un trámite de papeles para sacar al familiar del hospital hubiese sido tan agotador, me tuvieron como barrilete 3 horas de arriba para abajo, en las oficinas de servicio social un desorden absurdo, y tampoco lograré comprender el por qué cada persona encargada de elaborar la salida de alta del paciente dicen cada uno cosas diferentes, como una burla, falta de respeto, si se lleva expediente, ordenes y todo en regla, qué caso tiene hacer más tardía la salida del paciente.
A las 5 de la tarde, mi familiar ya en casa se le atendió con los cuidados de amor de sus familiares y eso es reconfortante y lo más alentador y sanador en medio de un percance de estos.
Mi familiar con ojos de gratitud, sonrisas de tranquilidad y una pequeña charla me agradeció el gesto noble de mi parte.
Ya completaba 3 noches seguidas sin dormir, después de un baño con agua caliente y descansar y quedarme profundamente dormida por una hora, baje a cenar para mitigar la ansiedad de mi panza. se me ocurre y fue la peor de las ocurrencias contar la certidumbre que viví 3 horas de arriba para abajo, para que me dieran un papelito simple donde sólo dice, salida (alta del paciente), cuando una voz fuerte me dice: “Cállate niña”… Y saben que era lo único que deseaba: un ABRAZO.
Fue un dolor emocional horrible y como dice la canción de Gardel. Por una cabeza todas las locuras, su boca que besa, borra la tristeza, calma la amargura.
Por mi cabeza, no la de nadie, el apoyo que siempre he brindado es limpio y lleva la humildad de una persona que está puesta para apoyar en todo momento.
Aferrarse a todo y no atarse a nada, agarrarle los “huevos” a la vida y no quedarse aplastado en el dolor emocional que en muchas ocasiones somos los responsables de causarlos.
No esperar absolutamente nada de nadie, cada ser humano está peleando sus propias batallas muchas de ellas creadas por agitar el pasado y se han olvidado de ocuparse del presente vital y hermoso que el Universo regala.
Viva la vida, la suya, la de usted, la de él, la de ellas la mía, la de toda la humanidad.
El umbral esta abierto para crear vínculos de fraternidad, hermandad, solidaridad, amor y salud.
La Pachamama les bendice
Dorina Elainy Terapeuta Físico, Certificada en Vendaje Neuromuscular por ZER y Target Tape Institute. Shihan Reiki, avalada y miembro de Gendai Reiki Healing Association, Japón. Certificada y con reconocimiento internacional.
Para mayor información contactarme:
55-3111-9261
dorinaelainy1@yahoo.es
FUENTE: http://dorinaelainy.wix.com/terapeutafisico#!¿Realmente-sabes-qué-es-el-dolor/l8qnw/572630ce0cf2d19e2974a644