Seguramente te has dado cuenta de que tu pareja no se comporta de la forma en que lo hacía cuando se conocieron o cuando la relación tenía menos tiempo. Las personas experimentamos cambios a lo largo de nuestra vida, así, las parejas también se tornan de formas distintas.
Las razones de estos cambios son diversas: el vínculo social, familiar, historia personal, etc.
Algunos autores se han centrado en conocer a profundidad los cambios que como pareja se experimentan y para lograr un mejor entendimiento de estos han propuesto una explicación basada en las etapas que las parejas comparten.
Uno de estos autores es Barragán (1980), quien dice que la vida en pareja se puede comprender de acuerdo a las siguientes etapas:
Selección: consiste en la selección de una persona para compartir el resto de la vida con ella. Esto se da por el enamoramiento y de forma voluntaria (Barragán, 1980). Esta etapa incluye el enamoramiento y el conocimiento de las características de la pareja: habilidades, ideas, costumbres, filosofía de vida, etc.
En mi experiencia clínica, algunas parejas que deciden realizar un proyecto de vida en pareja durante esta primera etapa suelen acudir a terapia de pareja debido a una falta de acoplamiento en estilos de vida.
Transición y adaptación temprana: constituye la adaptación a la vida de pareja, a los cambios que implica la salida de la familia de origen y a la adaptación a las nuevas demandas, satisfacciones y hábitos del cónyuge (Barragán, 1980).
Esta etapa suele ser un reto para la mayoría de las parejas, ya que es momento de conocer a la pareja realmente como es y acoplarse a sus diferencias.
Reafirmación como pareja y paternidad: según Barragán, 1980, es la etapa de la paternidad y es donde surgen serias dudas en relación a la adecuada selección del cónyuge. En consecuencia, la relación puede fortalecerse o debilitarse terminando en la separación.
Este suele ser un momento en que comúnmente las parejas acuden a terapia, y presentan diversas demandas. Es común que en el proceso de acoplamiento algunas parejas experimenten la sensación de que no son el uno para el otro, y quizá piensen que han tomado una decisión equivocada al unir su vida con esa persona.
Es importante considerar que además del acoplamiento en pareja, en esta etapa existe la nueva experiencia de ser padres y la necesidad de acoplamiento para acordar la forma en que se realizara el reparto de tareas con respecto al cuidado y convivencia diaria con el nuevo integrante de la familia.
¿Has experimentado estos cambios con tu pareja?
Es común que las parejas que acuden a terapia en esta etapa presenten inconformidades con respecto a la distribución de actividades con respecto a los hijos y comiencen a replantearse ideas sobre cuál es el mejor estilo de crianza.
Generalmente la terapia resulta exitosa si la pareja muestra apertura para conocer el punto de vista de su cónyuge.
Diferenciación y realización: se consolida la estabilidad del matrimonio y la terminación de las dudas acerca de la selección del cónyuge. En esta etapa se diferencian varios tipos de matrimonio.
En mi experiencia clínica, las parejas que acuden a terapia en esta etapa suelen centrar su tiempo y energía en la crianza de los hijos y las labores rutinarias, y dejan como ultima prioridad su relación de pareja.
Estabilización: la pareja reorganiza sus prioridades para estabilizarse. Pueden resurgir dudas en relación a la selección del cónyuge y a raíz de esto pueden presentarse relaciones extramaritales con personas más jóvenes. Hay comparación de logros y aspiraciones entre los cónyuges (Barragán, 1980).
Es común que en esta etapa las parejas comiencen a experimentar la separación de los hijos, quienes para este momento están listos para independizarse de los padres.
La terapia es una alternativa para las parejas que atraviesan esta etapa y se han reencontrado, pues la independencia física y emocional de los hijos redirecciona la atención que antes era dirigida a ellos hacia un nuevo acoplamiento de pareja.
Enfrentamiento a la vejez, soledad y muerte: según Barragán, 1980, este momento se caracteriza por la vejez, la pérdida de capacidades físicas e intelectuales, la soledad, la partida de los hijos y la muerte gradual de parientes, amigos y cónyuge.
En mi experiencia clínica, las parejas en esta etapa suelen considerar la terapia como un recurso para superar los duelos que esta implica.
Es importante mencionar, que esta es una manera de acercarnos a la comprensión de los cambios que cada pareja experimenta. Hoy en día existe variedad de estilos de vida en donde se observan parejas que experimentan estas u otras etapas en un orden distinto.
En este sentido la terapia de pareja o familiar puede ser benéfica para lograr un acoplamiento y entendimiento de la pareja en cada una de estas (u otra) etapas, facilitar el diálogo y establecimiento de acuerdos entre la pareja. En CAPI te brindamos este servicio de forma ética y profesional.
Bibliografía:
- Huerta J. (2005), Medicina familiar. 1era edición. México. Ed. Alfil
Fuente: http://www.capi.com.mx/blog/2013/10/cambios-en-la-vida-de-la-pareja/