«Me has ayudado a darme cuenta de que, sin que importe dónde se encuentren mis hijos, e incluso aunque yo sea tu única habitante oficial, nunca estarás verdaderamente vacía».
La vivienda diminuta de M. J. Boyle no se parece a ninguna otra.
En una conmovedora carta en su blog «My Empty Nest» («Mi Nido Vacío»), Boyle cuenta con exactitud lo que, para ella, significa vivir en diminutivo. Se mudó y construyó su propia casa diminuta después de que sus hijos crecieran y dejaran la casa familiar.
Así lo describe en su blog: «Mi querida Casa Diminuta … Durante los últimos 15 meses he vertido en ti todos y cada uno de mis ratos libres, dólares y gramos de energía emocional que tenía y, ahora, estás terminada».
Demos un tour por el interior de la pequeña vivienda. Nada más entrar, una agradable y cómoda zona de estar nos da la bienvenida.
La cocina es rústica y chic al mismo tiempo.
Además, provee de espacio extra de almacenamiento para vino y tarros de cristal.
Boyle se aseguró de hacer a mano y con mucho amor muchos de los aspectos de su hogar. Dicho amor es palpable en los detalles.
Cada ínfimo detalle tiene un significado. Por ejemplo, esta cita que puede verse sobre el fregadero de la cocina: «Nunca te mantengas tan ocupado intentando ganarte la vida que te olvides de vivir la vida».
Aquí puede verse una fotografía de la ducha:
Detalles y recuerdos hechos a medida aparecen por todos los rincones.
Aparecen incluso en el perchero. No me dirán que los ganchos y la decoración no son preciosos.
Una escalera hecha a medida y con espacio de almacenamiento conduce al loft en el piso de arriba.
Y así se ve el loft dormitorio, que cuenta con espacio suficiente para una cama de matrimonio y varios lugares de almacenamiento.
Aquí tenemos a Boyle acurrucada en su manta y disfrutando de un buen libro. Aunque Boyle llamó originalmente a su casa «Mi Nido Vacío» como un reflejo de la situación actual de su vida, su blog finaliza de la siguiente manera: «Me has ayudado a darme cuenta de que, sin que importe dónde se encuentren mis hijos, e incluso aunque yo sea tu única habitante oficial, nunca estarás verdaderamente vacía».
El sudor, corazón y energía creativa invertidos por Boyle en su hogar acabaron darle una perspectiva completamente renovada sobre la vida. Simplemente desea lo mismo para el que vaya a ser el nuevo ocupante de su hogar.
¿El consejo de Boyle para cualquiera interesado en las casas diminutas? «Las casas diminutas son una expresión muy personal acerca de quién eres, y cuanto mejor te conozcas a ti mismo, tus objetivos, prioridades y la vida que te gustaría vivir, tanto mejor diseñarás o escogerás una casa diminuta perfecta para ti».
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Créditos: M. J. Boyle’s Blog