Al buscar citas célebres de hombres sobre mujeres uno se encuentra con cientos de comentarios machistas, que no saldrían de la boca del más reaccionario tertuliano televisivo de hoy en día. Intelectuales de todo tipo, y de todos los tiempos, opinaban que “la hembra es hembra en virtud de cierta falta de cualidades” (Aristóteles), que “la mujer es, reconozcámoslo, un animal inepto y estúpido aunque agradable y gracioso” (Erasmo de Rotterdam) o que “la vida de toda mujer, a pesar de lo que ella diga, no es más que un contínuo deseo de encontrar a quien someterse” (Dostoievski).
Lo que no sabían estos respetados intelectuales, que a buen seguro llegaron a sus hoy groseras afirmaciones influenciados por un entorno en que la mujer no servía más que para procrear y cuidar de la casa, es que sus esposas e hijas –no las de Erasmo, que era sacerdote–, para ser tan poco cacapes, tuvieron una enorme influencia en su vida.
De vuelta a las citas, decía nuestro disputado premio Nobel, Severo Ochoa, que “una mujer puede cambiar la trayectoria vital de un hombre”. Poco se habla de la importancia de su esposa, Carmen García Cobián, en el desarrollo de las investigaciones que le llevaron a ser el más importante científico español del siglo XX, pero fue junto a ella (pese a que no tenía ningún tipo de formación científica) con quien firmó uno de sus más célebres trabajos en la revista Nature.
A Ochoa, que siempre tuvo claro que su mujer (y, en muchas ocasiones, compañera de trabajo) era la parte más importante de su vida, le habría encantado leer estos estudios científicos que muestran la gran influencia que ejercen las mujeres sobre los hombres, ya sean estas hijas, madres, hermanas o esposas.
Es bien sabido que la paternidad tiene un importante efecto en los valores vitales de los hombres, pero estos cambian si el vástago en cuestión es niño o niña. En el estudio Fatherhood and Managerial Style (Administrative Science Quarterly, 2012), Michael S. Dahl y sus colegas estudiaron cómo los CEO cambian cuando tienen un hijo. De forma casi instintiva, cuando los jefes tienen hijos, desean ganar más dinero para garantizar la comodidad de su familia, algo que va en detrimento de los sueldos de sus empleados. Pero si tienen una chica son más generosos con sus trabajadores y, especialmente, con sus trabajadoras.
Los hombres que tienen una hija suelen estar menos atados a los roles de género tradicionales: están menos de acuerdo con la idea de que la mujer tiene que hacer las labores de la casa y son más proclives a lavar los platos y poner lavadoras.
Así cambian a los hombres sus esposas
La influencia que la mujer de un hombre tiene sobre su percepción de los roles de género varía mucho en función del rol que ésta adquiere. Las mujeres que trabajan en casa apuntalan, como es lógico, la división tradicional del trabajo. Así sus maridos son más proclives a criticar el papel de las mujeres en su empresa, a pensar que las compañías con más trabajadoras son menos eficientes y a mostrar desconfianza de las mujeres con cargos de responsabilidad. Los jefes con esposas de este tipo son más reacios a promocionar a las mujeres de su empresa. Por el contrario, si la esposa de tu jefe trabaja fuera de casa, y no defiende los roles de género tradicionales, éste tendrá un comportamiento mucho más igualitario, en todas las facetas de su vida.
Así cambian a los hombres sus compañeras de trabajo
Al igual que los roles domésticos se trasladan a la empresa, trabajar rodeado de mujeres se traslada a nuestra casa, pero de distinta forma. Los hombres que trabajan en entornos con más mujeres, como la enseñanza o la salud, hacen más tareas domésticas que aquellos que trabajan en entornos dominados por hombres, como la construcción o la ingeniería. Eso sí, tratan de cumplir con las tareas típicamente masculinas, como arreglar la casa, el coche, cuidar de las plantas… Es lo que los sociólogos llaman “neutralización de la desviación de género”. Ya que realizan un trabajo típicamente femenino, tratan de recuperar su masculinidad en casa.
Así cambian a los hombres sus hermanas
Tener una o varias hermanas también tiene una influencia importante en el desarrollo posterior de un hombre, pero en este caso, al menos por ahora, suele ser negativa. Según un estudio de las universidades de Loyola Marymount y Standford, los hombres que tienen hermanas son más proclives a perpetuar los roles de género tradicionales, son más conservadores en lo político y tienen más recelos para compartir el trabajo doméstico. La culpa, en cualquier caso, no es de sus hermanas, si no de sus padres, que permiten más licencias a un hombre cuando está rodeado de féminas.
FUENTE: http://www.elconfidencial.com/alma-corazon-vida/2013-12-18/la-decisiva-influencia-femenina-asi-cambian-las-mujeres-a-los-hombres_57744/