EL FUNDADOR Y DIRECTOR DE SUPERNOVA MUSIC SCHOOL & STORE COMPARTE ALGUNOS DE LOS BENEFICIOS QUE DA EL APRENDER A TOCAR UN INSTRUMENTO MUSICAL:
Mayor coordinación: La correcta ejecución de un instrumento musical desarrolla la coordinación corporal. Por ejemplo, al tocar la batería, algunos ejercicios requieren que las cuatro extremidades realicen movimientos a diferentes tiempos.
Incrementa la confianza en uno mismo: a través de la música, la persona puede expresarse y mostrar lo que le gusta y es capaz de hacer. Al lograr sus metas, el alumno va confiando cada vez más en sí mismo, y más aún al compartir su talento con otras personas, por lo que será aceptado y reconocido.
Ayuda a vencer algunos miedos: tocar un instrumento ayuda a vencer el miedo a hablar en público o pararse en un escenario.
Genera relaciones sociales más profundas: ser alguien a quien le guste mucho la música y sepa tocar un instrumento atrae a otros que tengan el mismo interés, ayudando a formar lazos de amistad.
El aprendiz se vuelve más creativo en la solución de problemas cotidianos.
Incrementa la productividad y la concentración, por lo que se vuelve una persona más asertiva.
Ejercita la memoria: Al tocar el piano, por ejemplo, el uso constante de los dos hemisferios cerebrales al utilizar ambas manos y diez dedos simultáneamente, ejercita la memoria, desarrollando mayor agilidad mental. Se dice que las personas que han practicado piano desde muy niños son menos propensas a padecer en su vejez enfermedades neurodegenerativas.
Mejora las habilidades del lenguaje, la conducta y la inteligencia espacial.
Reduce el estrés y la depresión: La música es un tranquilizante natural. En un momento tenso, quien escucha música se relaja y encuentra ánimos para salir delante, ahora imagínate lo que esa música hará si eres tú quien la está reproduciendo.
Disminuye la presión sanguínea.
Se es más feliz.
Fomenta la constancia y la disciplina, ya que aprender a tocar un instrumento es un reto que requiere de práctica constante y paciencia; estos elementos se vuelven también parte de la vida cotidiana de la persona.
La persona se vuelve más consciente porque se da cuenta de que si quiere llegar a dominar tal instrumento debe dejar para después algunas cosas que también le agradan.
Se adquiere mayor sensibilidad auditiva y táctil, llegando a tener un control mayor sobre el cuerpo.