InicioDesarrolloFamiliaCuando toca cuidar a los padres siempre hay hermanos con mucha jeta

Cuando toca cuidar a los padres siempre hay hermanos con mucha jeta

Milagros Álvarez Gortari, autora de «Mujeres generación sándwich. Con la familia a cuestas», explica por su propia experiencia que cuando una persona descubre que sus padres se han hecho mayores y sufren deterioro «se produce una mezcla de sentimientos encontrados que te hacen pasar por un momento de la vida muy doloroso. No acabas de querer darte cuenta de la situación, por lo que se tiende a retrasar la búsqueda de una solución al problema y en el fondo te sientes culpable por no actuar».

«Da mucha pena  —prosigue— ver a tu madre, que organizaba una comida para toda la familia en dos minutos, convertida en una persona despistada y a la que cualquier cosa se le hace un mundo. Y a tu padre, que siempre fue una persona segura y fuerte, transformado en un anciano que se lía con las cuentas del banco, que se pone de muy mal humor porque el mundo le desborda y no lo quiere reconocer».

—¿Cuál es la mejor manera de afrontar que nuestros padres ya no se valen por sí mismos y, además, tenemos conflictos con nuestra pareja e hijos porque ven que les dedicamos menos tiempo?

—Lo mejor y lo único que funciona es hablar claramente con tu familia. Pero en serio, no de pasada. O sea, que hay que hacer una reunión de pareja o familiar y el tema del día es: «nuestros padres y abuelos». ¿Qué hacemos? ¿Cómo nos organizamos? ¿Cómo podemos ayudar?

Y… decir claramente cómo te sientes; lo que te duele que tu familia no te apoye en algo tan doloroso, lo sola que te encuentras, lo que agradecerías que te acompañaran a visitar a los abuelos, que se interesaran por cómo estás tú… Y, si crees que ya lo has dicho, ¡pues repítelo!

—En el mundo empresarial está cada vez «más aceptado» que un empleado lleve a su hijo al médico, pero ¿qué ocurre cuando hay que llevar a los padres, algo cada vez más frecuente?

—Primero te vuelves loca intentando encontrar médicos que pasen consulta a última hora de la tarde, a primerísima de la mañana o a la hora de la comida. Y luego… pues de cinco veces que llevas a tus padres al médico, una dices la verdad y el resto, directamente… mientes. Eso sí, recuperas las horas perdidas sobradamente. Y eso es lo que tiene que importar, porque la realidad se impone; todos tenemos padres que se hacen mayores, incluyendo los/las directores/as generales.

Aparte, vuelvo a insistir en la importancia de repartirse estas tareas con el resto de los hermanos, pareja y otros familiares próximos.

— ¿Por qué los hermanos siempre tienen algo importante que hacer y siempre es uno de ellos el que sí puede salir corriendo de una reunión o de una cena de amigos para atender a sus padres?

—Simplemente, hay hermanos que tienen ¡mucha jeta!, y el resto les deja que se escaqueen. Aceptan incomprensiblemente que su tiempo vale más. ¿Por qué? Si tienen puestos importantísimos, que les exigen una enorme dedicación, es gracias a que sus padres les han dado una buenísima educación, por lo que les tendrían que estar enormemente agradecidos y muy pendientes de sus necesidades. Y, si no tienen tiempo, que pongan dinero para pagar a alguien que se quede con ellos por la noche, por ejemplo, o que les ayude en la casa…

—¿Cuáles son las mejores fórmulas para que los hermanos se organicen?

—Lo mejor, y lo digo por experiencia, calendario en mano, es organizar con tus hermanos un sistema de turnos. Por si a alguien se le olvida, poner por escrito las fechas que le toca a cada uno. También conviene establecer con qué antelación hay que avisar si por lo que sea no se puede atender el turno correspondiente y hay que hacer un cambio. Ya sé que todo esto suena tremendo porque estamos hablando de nuestros padres, pero también sé que estos procesos son muy largos y que todo el mundo acaba cansándose. Si las cosas no están muy claras, siempre hay problemas y grandes discusiones. De esta manera, con las cosas habladas y puestas por escrito, cada uno sabe claramente lo que ha de hacer y lo que hacen los demás.

—Repartir el tiempo entre la casa, los hijos, la pareja, el trabajo y, llegado el momento, los padres, ¿qué supone para una mujer?

—Supone un enorme desgaste físico y emocional si la mujer está o se siente sola. Pero si se crea una buena organización y toda la familia participa y ayuda, os aseguro que, viviendo la misma situación, todo será menos agobiante y se creará un clima de cariño y comprensión que superará con creces el esfuerzo físico y mental que esto supone.

Va siendo hora de que la sociedad en su conjunto sea consciente de que esta misma sociedad ha cambiado y que NO puede caer únicamente sobre los hombros de la mujer la solución de estos problemas.

Va siendo hora de que se creen de verdad horarios para la conciliación familiar ¡para hombres y mujeres!

Va siendo hora de que el Estado dote la Ley de Dependencia de la que se habló en el pasado y ahora (que en teoría progresamos adecuadamente) parece haber desaparecido, ya que nadie habla de ella.

Va siendo hora de que las empresas sean sensibles con estos temas. ¡Señores empresarios, los trabajadores rinden más cuando se les contempla también como seres humanos!

— Y a la relación de pareja ¿cómo afecta?

—La relación de pareja puede deteriorarse muchísimo si uno de los dos no es sensible a la situación que vive el otro.Vivir el deterioro de tus padres supone un sufrimiento tremendo y exige un tiempo extra importante para ocuparte de ellos. Si tu pareja no entiende eso, te sientes sola. Si te pone pegas para que vayas a casa de tus padres o les atiendas, ¡siéntate con él o ella y explícale clarisimamente la situación! Dile cómo te sientes y pídele no sólo que lo comprenda, sino que te ayude. Y hazlo tantas veces como sea necesario.

—¿Y qué ocurre cuando hay que ocuparse además de los suegros?

—Pues que los suegros son padres, por lo que todo lo dicho anteriormente vale para este caso. Entiendo que la pregunta se refiere a los padres de él, por lo que debe ser él quien haga todo lo que hemos dicho y su pareja quien le apoye en todo momento y en todo lo que sea necesario. Y esto supone que sea él quien se siente con sus hermanos/as a establecer calendarios, etc., etc. Y, naturalmente, tú le prestarás todo el apoyo necesario. Exactamente el mismo que le pidas a él cuando se trate de tus padres.

Fuente: http://www.abc.es/familia-padres-hijos/20151013/abci-mujeres-generacion-sandwich-201510051617.html
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