«Si pudieras hacer algo para reducir el riesgo de infecciones respiratorias, otitis, obesidad, diabetes, leucemia, asma o síndrome de muerte súbita de tu bebé… ¿lo harías?», preguntó el ginecólogo a Marta Toledo, embarazada de ocho meses y madre primeriza. «¿Y si esa medida redujera además tu riesgo de osteoporosis, cáncer de mama, ovarios y útero, y encima te ayudara a perder peso?» continuó el especialista.» Pues bien, lo que tienes que hacer es muy sencillo: dale el pecho a tu bebé, y cuanto más tiempo, mejor».
Esa es también la recomendación de la Organización Mundial de la Salud (OMS) a todas las madres del mundo: «Alimenten a sus bebés exclusivamente con leche materna hasta los seis meses para favorecer un desarrollo, crecimiento y salud óptimos. A partir de esa edad, complementen su dieta con alimentos nutritivos y, si pueden, continúen dándoles de mamar hasta la edad de dos años… o más», sugiere este organismo que vela por la salud mundial, y no le falta razón.
Los argumentos a favor de mantener la lactancia materna más allá del primer trimestre de vida del bebé son cada vez más contundentes. Un ejemplo: el estudio SKOT, de la Universidad de Copenhague, ha confirmado que la alimentación con leche materna reduce el riesgo de que el bebé desarrolle patologías en el futuro.
«Sabíamos que los niños criados con leche materna crecen más lentamente que los alimentados con biberón a partir de los tres o cuatro meses de edad, y ahora parece que este crecimiento más lento es el óptimo, porque disminuye el riesgo de que ese niño acabe desarrollando enfermedades asociadas al estilo de vida como la obesidad, la diabetes tipo 2 o la enfermedad cardiovascular», explica el profesor Kim Fleischer Michaelsen, director de dicho estudio.
Pero el impacto de la lactancia materna no se ve solo en la salud física, sinotambién en el futuro comportamiento del niño e incluso en su cociente intelectual. Una investigación de la Unidad de Epidemiología Perinatal de la Universidad de Oxford (Reino Unido) ha comprobado que los niños alimentados con leche materna, al menos hasta los cuatro meses, tienen un 30% menos de riesgo de desarrollar problemas de comportamiento a los cinco años.
Un segundo estudio, realizado conjuntamente por las universidades de Oxford y Essex, ha demostrado que los niños amamantados por su madre obtienen mejores notas en el colegio.»Incluso solo cuatro semanas de lactancia tienen un efecto positivo en su desarrollo cerebral. Así lo han demostrado los test de lectura, escritura y matemáticas realizados a niños de cinco, siete, 11 y 14 años».
«Olvidamos que somos mamíferos y que el mejor alimento para un bebé es la leche de su madre» explica la dra. Marta Díaz, coordinadora del Comité de Lactancia Materna de la Asociación Española de Pediatría. «Las madres que desean hacerlo tendrían que recibir todo el apoyo porque amamantar es una fuente de salud para toda la sociedad, presente y futura.» Pero ese apoyo es una de las asignaturas pendientes de nuestra sociedad, donde solo el 30% de las madres logra amamantar a sus bebés hasta que los pequeños cumplen los seis meses.
Buena para el bebé, buena para la madre
En nuestro país, si cuando salen de la maternidad el 80% de las madres dan el pecho a sus bebés, a los tres meses apenas la mitad de los niños reciben solo leche materna. Pero dar el pecho es una opción que reporta múltiples beneficios para las madres. Las consecuencias positivas son:
Reduce el riesgo de padecer cáncer de mama. Las mujeres que amamantan a sus bebés pueden llegar a reducir el riesgo de sufrir esta enfermedad en un 25%, dependiendo, sobre todo, del tiempo que lo hagan. O dicho de otro modo: cuanto más tiempo amamante una mujer, menor propensión a padecer esta enfermedad tiene.
Menor riesgo de cánceres de útero y ovario. Durante la lactancia disminuye el nivel de estrógenos, los responsables de estimular el ovario o el recubrimiento del útero, lo que reduce el riesgo de que estos tejidos se conviertan en cancerosos.
Huesos más fuertes. Las mujeres que no han dado nunca el pecho poseen cuatro veces más riesgo de desarrollar osteoporosis y de sufrir fracturas de cadera al llegar a la menopausia que las que sí han dado el pecho.
Mejor salud emocional. Se ha comprobado que las madres que amamantan sufren menos depresión posparto que las que optan por la lactancia artificial.
Previene el exceso de peso. Por último, las madres lactantes tienden a recuperar más rápidamente el peso previo al embarazo que las que optan por el biberón y reducen antes su perímetro de cintura.
Recomendaciones para mamás lactantes
El bebé tiene que mamar a demanda. Ofrécele el pecho sin esperar a que llore.
El pecho necesita el estímulo de la boca del bebé. Ofréceselo a menudo (mínimo ocho veces al día) para estimular la producción de leche.
Si el bebé está contento, duerme tranquilo de una a dos horas seguidas y no parece enfermo, es que toma suficiente leche. Si moja menos de cinco pañales al día y no presenta una adecuada ganancia de peso, es posible que esté tomando poca leche.
Ante cualquier dificultad o duda sobre la lactancia, acude al centro sanitariomás próximo, consulta con el pediatra o la matrona o ponte en contacto con uno de los grupos de apoyo a las madres lactantes.Más Información: www.aeped.es/comite-lactancia-materna